domingo, 18 de marzo de 2012

Fraude electoral

Es la intervención deliberada en un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales.El fraude electoral generalizado que caracterizó el sistema del turno tiene lugar en el contexto de un país agrario y atrasado. La clave de la adulteración electoral estaba en los “caciques”, que eran los encargados de llevar a la práctica los resultados electorales acordados por las elites de los partidos.

Los caciques eran personajes ricos e influyentes en la España rural (terratenientes, prestamistas, notarios, comerciantes...), quienes siguiendo las instrucciones del Gobernador Civil de cada provincia, amañaban las elecciones. Los gobernadores habían sido a su vez informados por el ministro de Gobernación de los resultados que "debían" de salir en sus provincias, siguiendo el "encasillado" acordado por las elites políticas.

Los métodos desplegados por los caciques durante los elecciones fueron muy variados: violencia y amenazas; cambio de votos por favores (rebajas de impuestos, sorteo de quintos, saldo de préstamos, agilizar expedientes que se eternizaban en las oficinas estatales...); o simplemente trampas en las elecciones, el conocido popularmente como el “pucherazo”.

La prematura muerte de Alfonso XII en 1885 abrió el período de la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902) hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Tras la muerte del rey, Cánovas y Sagasta reafirmaron en el denominado Pacto del Pardo (1885) el funcionamiento del sistema de turno.

En el denominado "gobierno largo" de Sagasta (1885-1890) se aprobaron diversas medidas de reforma política:

1887 Libertades de cátedra, asociación y prensa, suprimiendo la censura

1890 Sufragio universal masculino

Sin embargo, el sistema de turno siguió basándose en la adulteración sistemática de las elecciones, aunque el sufragio universal permitió que los republicanos obtuvieran un puñado de diputados en las ciudades, donde no funcionaba el caciquismo.

Crisis económica en España

La crisis fue debida a la burbuja inmobiliaria y especulativa. Se construyeron más pisos de los que se pueden vender (hay un millón de pisos vacios en España) y a precios sobrevalorados.Durante varios años , los bancos han otorgado prestamos hypotecario a personas insolvente, y para obtener liquidez han transformado en acciones los creditos.
Pero todo empieza en Estados Unidos : Para fomentar la economia en el 2001, la reserva federal (FED) bajo de forma considerable el tipo de Interes (el equivalente del EURIBOR en Europa), de 6% a 1.75% ! La historia a demostrado que el primer efecto de esta medida es que la actividad ecooómica del sector inmobiliario crece al alza. Así fue hasta 2004.
Pero los bancos comentieron el error irreparable: Atraido por el dinero fácil, concedieron hipotecas a familias con rentas bajas, y con un tipo de interes variable, aunque bajos al principio pero pudiendo alcanzar los 18% en 3 años y con muy malas condiciones en contrato (Los créditos Suprime) Los bancos sin ningun tipo de resticciones han seguido dando un credito muy peligroso para las familias pobres, pero estaban lejos de imaginarse el desastre que iba a producir.

Existe riesgo de impago de dicho crédito, tanto por parte de las constructoras, que no venden o no acaban de construir los pisos y sólo pueden devolver a los Bancos prestamistas unos pisos que ya valen menos que el monto de capital que recibieron en préstamo, como de las familias que con la crisis pasan apuros económicos y se convierten en morosos de los Bancos (la tasa de morosidad es aún baja, del 5%) y en el peor de los casos no pueden pagar los pisos que compraron con Hipotecas antes de la crisis y se los tendría que quedar el Banco.

En caso de quiebra de la Banca, el Estado español es responsable civil subsidiario y tendría que devolver los depósitos hechos por la población hasta 100.000 euros por ciudadano. Para tener fondos en dicho caso de quiebra y para conceder ayudas a la Banca -ya ha concedido préstamos millonarios a Cajas de Ahorro-, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE, socialdemócrata) está recortando gastos y derechos sociales históricos, como lo haría un Gobierno de derecha (PP, conservadores).

El Estado necesita pues fondos de reserva para ayudar a la Banca y se extraen suprimiendo servicios del Estado del bienestar, conseguidos durante décadas de luchas obreras en España, además se aumentan los impuestos también a la población trabajadora: aumento IVA al 18%, fin del cheque-bebé, recortes a desempleados, reducción un 10% salario funcionarios, congelación pensiones, postponer jubilación a los 67 años, reducción servicios públicos y convocatoria de empleo público. Todo ello empeorará la Enseñanza, Sanidad y Seguridad (en 2011 se baja de convocar 3.500 plazas de Policias a 600).

Estas medidas se supone que son contrarias a la ideología del Gobierno PSOE, que en épocas de bonanza pretendía aumentar coberturas sociales. Pero precisamente esto, dar garantías a los compradores de deuda española y a la Banca, es lo que le exige al Gobierno la propia Banca española y extranjera, la cual compra deuda Estado, o sea que da crédito al Estado español, las grandes empresas (hubo un desayuno clave de sus directivos y el Presidente Zapatero en la Moncloa), el estadounidense FMI y hasta la propia Unión Europea.

Durante varios años , los bancos han otorgado prestamos hypotecario a personas insolvente, y para obtener liquidez han transformado en acciones los creditos.
Pero todo empieza en Estados Unidos : Para fomentar la economia en el 2001, la reserva federal (FED) bajo de forma considerable el tipo de Interes (el equivalente del EURIBOR en Europa), de 6% a 1.75% ! La historia a demostrado que el primer efecto de esta medida es que la actividad ecooómica del sector inmobiliario crece al alza. Así fue hasta 2004.
Pero los bancos comentieron el error irreparable: Atraido por el dinero fácil, concedieron hipotecas a familias con rentas bajas, y con un tipo de interes variable, aunque bajos al principio pero pudiendo alcanzar los 18% en 3 años y con muy malas condiciones en contrato (Los créditos Suprime) Los bancos sin ningun tipo de resticciones han seguido dando un credito muy peligroso para las familias pobres, pero estaban lejos de imaginarse el desastre que iba a producir.

sábado, 17 de marzo de 2012

Cuadro cronológico Alfonso XII hasta nuestros tiempos

El diezmo

El diezmo es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) que se debía pagar a un rey, gobernante, o líder eclesiástico.
   La obligatoriedad del diezmo se introdujo a través de Aragón  y Cataluña, regiones fronterizas con el Imperio carolingio. El pago del tributo se realizaba en especie y representaba un décimo de los frutos de la agricultura o ganadería obtenidos por el creyente. Existían dos categorías de diezmos: el mayor, que se aplicaba sobre los productos generales, como los cereales, vinos, aceites, vacas, ovejas, etc., y el menor, que comprendía los bienes más específicos: aves de corral, legumbres, hortalizas, miel, etc.
Los ingresos obtenidos eran recogidos por el “colector” y entregados a los párrocos, abades y obispos. Para facilitar este proceso los vecinos podían nombrar a un “dezmero”, que iba retirando los productos de las casas de los contribuyentes.
En ocasiones, la recaudación perdía su sentido originario al ser percibida por los señores feudales, como consecuencia de ser patronos de un monasterio o iglesia o de haber comprado los derechos recaudatorios a la Iglesia. Los diezmos se distribuían por tercios en función de su destino, un tercio se dedicaba a la construcción de iglesias, otro a sufragar los gastos del personal eclesiástico y, el último, a cubrir las necesidades capitulares. A pesar del nombre, el tipo aplicado variaba según los objetos gravados y las regiones, por lo que no siempre alcanzaba el diez por ciento. Tampoco se extendía a la totalidad de los productos agrícolas y ganaderos, lo que originó distorsiones del mercado al ampliarse de manera desmesurada los cultivos o la crianza de animales exentos de gravamen. El castigo más eficaz para evitar el fraude fue la excomunión, que no se levantaba hasta que el contribuyente pagara la totalidad de las cantidades debidas.
En la Edad Media, los reyes consiguieron una participación en la recaudación de los diezmos de la Iglesia. El Rey  propuso al papa la posibilidad de que la Hacienda Real obtuviese el tercio del diezmo que se destinaba a la construcción de las iglesias, con la finalidad de atender los gastos militares del asedio de Sevilla. Conseguida esta primera participación, que alcanzó las dos novenas partes del diezmo, la autorización pontificia fue renovándose, hasta convertirse en 1494 en un recurso permanente del Estado, conocido con el nombre de “tercias reales”.
Felipe II consiguió otra nueva concesión, el "excusado", que consistía en reservar al monarca los rendimientos del diezmo obtenido por el mayor “dezmero” de cada parroquia. En este caso, los motivos de la participación eran los costes que suponían para la corona las guerras contra los infieles y los herejes.
En 1837 se acordó la supresión de los diezmos en España, pero las necesidades de recursos para la Primera Gerra Carlista, obligaron a diferir la efectividad de la medida hasta la conclusión del conflicto. En 1841 nació la contribución de culto y clero que supuso, que el impuesto siguiese incidiendo aunque fuese con otro nombre.

La desamortización

La desamortización fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII por Godoy y cerrado ya muy entrado el siglo XX (16 de diciembre de 1924).
Consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar, en poder de las llamadas «manos muertas», es decir, la Iglesia Católica o las órdenes religiosas que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos. También los llamados baldíos y tierras comunales de los municipios. En otros países sucedió un fenómeno de características más o menos similares. Su finalidad fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. Además, el estado obtenía unos ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar los títulos de deuda pública.
La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX
.Los señoríos, los mayorazgos, los bienes propios y comunes pasaron de estar vinculados a instituciones a propiedad individual y absoluta en su capacidad de gestión.En toda desamortización hay dos pasos. Uno; nacionalización de los bienes de las manos muertas (unas veces con indemnización como con Madoz y otras sin ella como en el caso de Mendizábal).
En un segundo momento esos bienes se venden a propietarios privados, aunque siempre previa obtención de unos beneficios por parte del estado, pues la motivación principal práctica de ello eran solucionar los problemas de la Hacienda Pública.


Los objetivos de la desamortización fueron diversos y en diversos ámbitos.El objetivo principal de todas las medidas desamortizadoras del siglo XIX va a ser recaudar fondos para solucionar los problemas de la Hacienda Pública, bien para hacer frente a los gastos ocasionados por la guerra (Godoy y Mendizábal) o para hacer inversiones públicas (Madoz y el ferrocarril).


Se trataba de crear una masa de propietarios que ligara sus intereses al liberalismo o nuevo régimen. Ello se va a conseguir pero a cambio se enturbiaron las relaciones con la Iglesia católica. El apoyo del clero a la causa carlista también influyó en la desamortización, sobre todo la de Mendizabal .



Se pensaba que modernizando la estructura de la propiedad se producirían grandes transformaciones agrarias, con lo que se facilitaría el desarrollo económico y la revolución industrial. Este objetivo no se consiguió porque la propiedad se concentró y se pretendía privar a los antiguos estamentos de su fuerza; la tierra. Se consiguió con la Iglesia, no con la nobleza. Se creía que un proceso desamortizador era la ocasión ideal para reformar la estructura de la propiedad, fomentando  una clase media de campesinos propietarios, pero no se consiguió, aunque sí se termino con una de las bases del A.R, la tenencia por parte de las instituciones de la propiedad agraria.





Mapa divisiones administrativas después de J. Burgo

Mapa divisiones administrativas antes de J.Burgo